Las ruinas de St Peter Seminar en Cardross, a unos 30 minutos de Glasgow, es una de esas ruinas que uno no se espera ver en Escocia, una nación que nos tiene habituados a las ruinas de los castillos.
A unos 25 minutos andando del pueblo, metido en el corazón de un bosque colindante al pueblo se halla este seminario que cerro en los años 80. Según lo que escuche estaba diseñado para dar cobijo a 200 seminaristas pero ni tan siquiera se llego a la mitad de esa cifra. Esto sumado a otros factores, como que no estaba bien diseñado para la lluvia, o que la iglesia católica empezaba a animar a los seminaristas a vivir en comunidad con el pueblo, motivo que fuese abandonado el seminario unos pocos años después de entrar en funcionamiento. Lo que quedan ahora son unas ruinas, protegidas por una gran verja con puntos muertos por los que se puede acceder sin problemas. La gente del pueblo en su mayoría abogan por mantener las ruinas por el turismo que atrae.
El seminario debió de tener algún incendio, por lo que algunas partes de las ruinas resultan particularmente peligrosas. A pesar de haber sido desvalijado, en la planta superior aún se puede percibir la estructura que tenían las habitaciones de los seminaristas. También resulta interesante las pintadas que se han ido haciendo con el paso del tiempo, algunas realmente admirables.
El seminario debió de tener algún incendio, por lo que algunas partes de las ruinas resultan particularmente peligrosas. A pesar de haber sido desvalijado, en la planta superior aún se puede percibir la estructura que tenían las habitaciones de los seminaristas. También resulta interesante las pintadas que se han ido haciendo con el paso del tiempo, algunas realmente admirables.
También a 10 minutos andando desde estas ruinas, se hallan otras ruinas de lo que pudo ser un castillo, aunque por la forma parece más bien una capilla. Por otro lado los jardines del seminario (también en ruinas) no son tan llamativos, tan solo un pedazo de tierra expuesto al aire libre.
Como consejo personal, si vais desde Glasgow, recomiendo hacer una parada en Dumbarton. Es un pueblo costero con unas ruinas de lo que fue una disteleria, cuando el pueblo gozaba de productividad. Este pueblo está también a las orillas del río Clyde, y también es conocido por su castillo en el cual estuvo unos días cautivo William Wallace.
Durante la Segunda Guerra Mundial el pueblo fue varias veces bombardeado por los nazis. Y cuenta la anécdota que la gente de Dumbarton engañaron a los nazis poniendo luces en el campo. De este modo la aviación alemana en vez de bombardear los verdaderos astilleros que permanecían con las luces apagadas, bombardeaban zonas muertas. De este modo se ahorraban no solo daños materiales si no también salvar vidas.
(Fotos de Dumbarton arriba, la disteleria abandonada es el edificio rojo. Es totalmente inaccesible, lo han sellado muy bien, se ve que antes era más fácil entrar ya que hay pintadas en los muros, pero también han tirado abajo los suelos por lo que no hay ningún interés. En cualquier lugar es interesante ver el vacío que deja en mitad del pueblo esta factoría).